La Era del Vacío
Lipovetsky, Gilles.
Resumen
A. Esta sociedad quiere vivir aquí y ahora. No tiene ídolo ni tabú, estamos
regidos por el vacío, un vacío que no comporta, ni tragedia ni apocalipsis.
También puede notarse una nueva era de consumo que se extiende hasta la esfera
de lo privado; el consumo de la propia existencia a través de la propagación de
los mass media.
B. Aparece el valor narcisista como consecuencia y manifestación del proceso de
personalización, se pasa de un individualismo limitado al individualismo total.
También se puede decir que es una era de “deslizamiento” donde no hay una base
sólida ni un anclaje emocional estable; todo se desliza en una indiferencia
relajada. El narcisismo es inseparable de un entusiasmo por relacionarse con el
otro como lo demuestra el aumento de asociaciones como grupos de asistencia y
ayuda mutua. El individualismo reside en conexiones colectivas de micro-grupo y
redes situacionales. En el narcisismo colectivo nos juntamos por que nos
parecemos, porque estamos sensibilizados por los mismos objetivos existenciales,
con una necesidad de reagruparse con seres “idénticos”.
C. La era postmoderna está obsesionada con la información y la expresión. Hay
una necesidad de expresarse en sí, aunque sea para sí mismo, comunicar por
comunicar, expresarse solo por el hecho de expresar, es decir, la lógica del
vacío.
D. El narcisismo aparece como un nuevo estadio del individuo, en el cual él se
relaciona con él mismo y su cuerpo, hedonista y permisivo desprovisto de los
últimos valores sociales y morales que coexistían. La propia esfera privada
cambia de sentido, expuesta únicamente a los deseos cambiantes de los
individuos.
E. Únicamente la esfera privada sale beneficiada con estos cambios gracias a
los valores como cuidar la salud, preservar la situación material, desprenderse
de los complejos, o esperar las vacaciones: vivir sin ideal, sin objetivo
trascendente resulta posible. Nace el homo psicológicus, al acecho de su ser y
bienestar. Se trata de vivir en el presente perdiendo el sentido de continuidad
histórica. Vivimos para nosotros mismos, sin preocuparnos por tradiciones o la
posterioridad, es así como el sentido histórico se olvida de la misma manera
que se olvidan los valores e instituciones sociales. Esta estrategia narcisista
de “supervivencia” del individuo, se explica dado el clima de pesimismo y
catástrofe inminente, tratando de preservar así la salud física y psicológica.
Aparece entonces como síntoma social el narcisismo colectivo instalándose a
nivel masivo una apatía frívola.
F. Nos acostumbramos a lo “peor” que consumimos diariamente en televisión, que
amenaza permanentemente y no ha conseguido la conciencia social debido a la
velocidad con la que se emiten los mensajes, impidiendo cualquier emoción o
conciencia social duradera.
G. El miedo moderno a envejecer y morir es parte del neo-narcisismo. el
permanecer joven y no envejecer se convierte en una obsesión.
H. El estado de la naturaleza se encuentra al final de la Historia: la
burocracia, la propagación de las imágenes, las ideologías terapéuticas, el culto
al consumo, las transformaciones de la familia, la educación permisiva han
engendrado una estructura de la personalidad, el narcisismo, juntamente con
unas relaciones humanas cada vez más crueles y conflictivas. Solo aparentemente
los individuos se vuelven más sociables y más cooperativos; detrás de la
pantalla del hedonismo y de la solicitud, cada uno explota cínicamente los
sentimientos de los otros y busca su propio interés sin la menor preocupación
por las generaciones futuras. Las redes del amor propio y del deseo de
reconocimiento son las responsables de este estado de guerra.
I. Hay una profunda revolución silenciosa de la relación interpersonal, lo que
importa ahora es ser uno mismo absolutamente, y el Otro pasa a ser indiferente;
Solo queda entonces la voluntad de realizarse aparte e integrarse en círculos
cálidos de convivencia.
J. Las transformaciones dentro de la familia, una “ausencia” del padre y
dependencia de la madre llevan al niño a imaginar el sueño de reemplazar al
padre. Se busca un padre fuerte, poderoso, arrollador, autoritario, y se
desprecia al débil, al “distinto”.
K. Hay fascinación por los individuos célebres, creados por los medios masivos
de comunicación que intensifican los sueños narcisistas de celebridad y de
gloria, animan al hombre de la calle a identificarse con las estrellas, a odiar
el borreguismo y le hace aceptar cada vez con más dificultad la insignificancia
de la existencia cotidiana. El narcisismo se nutre más del odio del Yo que de
su admiración.
L. Las estrellas creadas por los medios son admirados pero muy pronto se genera
una indiferencia hacia ellos, se pasa del entusiasmo pasajero al abandono
instantáneo
M. Los individuos aspiran más a un desapego emocional, debido a la
inestabilidad que sufren en la actualidad las relaciones personales. El miedo a
la decepción, el miedo a las pasiones descontroladas nos llevan a una huida
ante el sentimiento; Levantar las barreras contra las emociones y dejar de lado
las intensidades afectivas, es el fin de la cultura sentimental
N. El sentimentalismo ha sufrido el mismo destino que la muerte, resulta
incomodo exhibir las pasiones, declarar ardientemente el amor, llorar,
manifestar con demasiado énfasis los impulsos emocionales. Como en el caso de
la muerte, el sentimentalismo resulta incómodo, se trata de permanecer digno o
discreto. Nuestra época queda caracterizada entonces por la huida ante los
signos de sentimentalidad.
O. Cuanto más libres, las relaciones se vuelven emancipadas de las viejas
sujeciones, más rara es la posibilidad de encontrar una relación intensa. En
todas partes encontramos la soledad, el vacío, la dificultad de sentir, de ser
transportado fuera de sí, de ahí la huída hacia delante en las experiencias que
no hace más que traducir esa búsqueda de una experiencia emocional.
P. La moda invade nuevas esferas dentro de todas las capas sociales, y todos
los grupos de edad. La moda es celebrada, y provoca el reflejo crítico antes
que el estudio objetivo, la moda son siempre los demás. La moda,
insignificante, furtiva y contradictoria; Se convierte en una institución
excepcional, altamente problemática, una realidad socio-histórica
característica de la modernidad. La moda es vista como una salida del mundo de
la tradición, como la negación del pasado, la fiebre de las novedades, la
celebración del presente social. La moda se presenta como el agente por
excelencia de la espiral individualista y de la consolidación de las sociedades
liberales. Los ciudadanos se sienten poco interesados por la cosa pública, en
todas partes predomina la desmotivación y la indiferencia hacia la política.
Q. En conjunto, las personas están más informadas aunque más desestructuradas,
son más adultas pero más inestables, menos “ideologizadas” pero más tributarias
de las modas, y más abiertas pero más influenciables. La independencia va unida
a una mayor frivolidad, la tolerancia se acompaña con más indiferencia y
relajamiento en el tema de la reflexión; La moda no encuentra el modelo
adecuado, el consumidor cree ser feliz cuando compra algo de moda, pero como la
moda cambia muy pronto por la acción del mercado el comprador se siente triste
porque ya no tiene lo de moda.
R. La sociedad de consumo se caracteriza por: elevación del nivel de vida,
abundancia de artículos y servicios, culto a los objetos y diversiones, modal
hedonista y materialista; Pero estructuralmente lo que la define es la
generalización del proceso de moda. Se impone la lógica de la renovación
precipitada, de la diversificación y la estabilización de los modelos, la
variación regular y rápida de las formas. El orden estético-burocrático domina
la economía de consumo, organizada por la seducción y la extinción acelerada.
La industria ligera es una industria estructurada a imagen y semejanza de la
moda.
S. Hay una nueva revolución en la producción industrial: el diseño se ha
convertido en parte integrante de la concepción de los productos, la gran
industria ha adoptado la perspectiva de la elegancia y la seducción. El éxito
de un producto se debe en gran parte a su diseño, su presentación y envase. El
diseño tiene como tarea encontrar soluciones racionales y funcionales, a crear
formas adaptadas tanto a las necesidades y a las funciones, como a las
condiciones de la producción industrial moderna. “El valor estético es parte
inseparable de la función”. Pero los cambios de diseño continuos dispara el
consumismo, cambiar el diseño para adaptarse a lo nuevo se convierte en una
tendencia.
T. La lógica social de la diferencia y distinción está basada en una sed de
imágenes y espectáculos, el gusto por la autonomía, el culto por el cuerpo y la
embriaguez de sensaciones y de lo nuevo. Se consume para uno mismo.
U. La publicidad pone cada vez más el acento en la calidad del objeto, la
fantasía y la sensación. El consumo es asociado directamente a dimensiones
psicológicas e imágenes a través de las marcas. Dentro de una época de
imágenes, la era de las motivaciones íntimas y existenciales de la
gratificación psicológica, del placer por sí mismo, de la calidad y de la
utilidad de las cosas han tomado el mando.
V. El dominio de la sociedad sobre el individuo es mayor de lo que ha sido
nunca, ya no hay oposición entre vida privada y la pública, entre las
necesidades sociales y las necesidades individuales. Está surgiendo un nuevo
tipo de personalidad cinética y abierta. Hay una necesidad de adoptar actitudes
adaptables y mentalidades flexibles: el reino de la moda actúa precisamente en
este sentido, tanto en la economía de los objetos como en la de la información.
Socializa a los seres en el cambio y los prepara para un reciclaje permanente.
W. El efecto del proceso de la moda, es posibilitar socialmente una
interminable dinámica de renovación y diversificación. Nos encontramos con una
sociedad dominada por las emociones frente a lo nuevo. El valor de lo nuevo
corre paralelo a la demanda de la personalidad y de autonomía privada.
X. Las armas clave de la publicidad son la sorpresa y lo inesperado, dentro de
la publicidad operan los mismos principios de la moda: originalidad a cualquier
precio, el cambio permanente y lo efímero. Toda moda acaba en exceso, y se
trata de una comunicación de excesos controlados, donde lo superlativo está
siempre ponderado por el juego y el humor. La publicidad es el discurso de
moda, vive de “hacerse notar”. Es la época de la publicidad creativa y de la
fiesta espectacular: se convierten los productos en seres vivientes, marcas en
persona, con un estilo y u carácter, por ende se comunica una personalidad de
marca. Al igual que la moda no puede disociarse de la estética de la persona,
así también la publicidad funciona como cosmético de la comunicación. Por la
misma razón que la moda, la publicidad se dirige al ojo, es promesa de belleza,
seducción de apariencia, ambiente idealizado, más que información. Su eficacia
se debe a su superficialidad lúdica, al cóctel de imágenes, de sonidos y
sentidos que ofrece sin preocuparse por los límites del principio de realidad y
lo serio de la verdad. La actualización de la publicidad debe relacionarse con
las profundas transformaciones de las costumbres y de la personalidad dominante
en nuestra época, se produce como un eco del hombre contemporáneo por realizar
su ego.