sábado, 8 de mayo de 2010

Temas del debate

Temas del debate
En la campaña electoral presente se han presentado los programas que los candidatos consideran indispensables para mejorar las condiciones políticas, económicas y sociales del país. Las parejas o tríos que defenderán las posiciones deben buscar en las páginas de Internet la manera de reforzar las posiciones y construir los argumentos que permitan realizar un debate convincente. Lea en el blog las Reglas del debate.
El debate ha girado básicamente en tres grandes tendencias:
1. Seguridad y prosperidad: Derrotar al terrorismo, terminar el conflicto y construir la paz. Mantener una presión incesante sobre los violentos, organizados en bandas criminales, grupos guerrilleros y terroristas. No dejar más opción que la rendición, la reinserción y la aceptación de la Constitución Política de Colombia. Mantener una política de firmeza contra los grupos que desestabilizan el país. El perfeccionamiento del marco legal deberá orientarse a aspectos como el acceso a la información; la eliminación de barreras y costos de acceso a los mercados; el fomento de una política de atracción de inversiones; y las facilidades para la salida del mercado de empresarios que desarrollaron actividades no exitosas. Se aspira a combinar la seguridad con una política que promueva la prosperidad económica, facilitando la tarea de los empresarios. Para poner a Colombia a trabajar, redoblar esfuerzos en cinco “sectores locomotora” de nuestra economía. Infraestructura: relanzar el sistema de carreteras de doble calzada que saquen rápida y efectivamente nuestros productos de los puertos. Agro: una transformación productiva que duplique las exportaciones de ese sector, consolide la paz en el campo y cree cientos de miles de empleos. Vivienda: un despegue con subsidios no solamente para la de interés social y prioritaria, sino también a la clase media, para que las familias y los jóvenes compren su primera casa. Innovación: todos los sectores de la economía tienen el potencial de avanzar en la senda del conocimiento. Minería: sector dinámico de Colombia, que crecerá de manera compatible con la protección del medio ambiente.
2. Legalidad y educación: El principio sencillo de la vida en común es acatar la ley, porque sin ley la vida es una guerra de todos contra todos. Pero acatar la ley no es lo mismo que ajustarse a las leyes. Del presidente para abajo, los políticos, los empresarios, y en general los colombianos, nos cuidamos de cumplir con el texto y las formalidades de las leyes. Pero a menudo esto se hace precisamente para violar la intención o el sentido de la ley: los contratos simulados o ficticios, la doble contabilidad de las empresas, los decretos pensados para que la Corte no los tumbe, las declaraciones de renta, las autenticaciones en las notarías, y así en todo lo demás.
Acatar la ley es justamente lo contrario. Es actuar con limpieza, sin vivezas y sin pisar a los demás. Es fijarse en el fondo, no en las formas, y es tan sencillo como el "no matarás, no robarás, no mentirás" que nuestros pueblos indígenas enseñan a sus hijos.
¿Cómo lograr entonces que se acate la ley? la ley sólo se acata cuando la gente entiende que debe acatarla porque es la forma más inteligente de vivir y convivir. La legalidad nace de la conciencia de cada ciudadano o ciudadana. Para alcanzar la prosperidad hay que empezar primero por la educación y la cultura de la legalidad. Sí, aun cuando le suene sorprendente, es más fácil construir seguridad que legalidad. Es más inmediato poner talanqueras, prohibiciones, castigos y represiones, que formar conciencia de equidad y respeto. La cultura de la legalidad es la cultura del respeto y la equidad. Seguridad por seguridad puede ser sinónimo de atropello y de que el fin justifica los medios.
3. Inclusión social: Colombia se convirtió en la sociedad más desigual de América y su sociedad rural es la sociedad más desigual del mundo. Y el coeficiente GINI, que mide la concentración de la riqueza, resultó ser el más alto de la historia de Colombia. Una política de seguridad en medio en de tan aberrante desigualdad social hace aguas, como esta haciendo agua y lo demuestran los casos de la violencia en Córdoba, en la Costa Pacífica, en Medellín, en el Nordeste antioqueño, en muchísimas regiones donde estamos viendo una especie de balcanización violenta de Colombia, de fragmentación del territorio, en una serie de alianzas indescriptibles que conforman una situación en la que se necesita ser ingeniero en violencia para entender la realidad actual No podemos salir de la violencia de manera definitiva, histórica, sin articular una política de seguridad, entendida como control militar del territorio y una fuente política y muy clara y muy contundente de equidad social.

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