domingo, 30 de octubre de 2016

Ética y constitución- consolidado 3- trabajo y examen final

Trabajo final 3 – Ética y constitución política 2016-2

El trabajo final de Ética y constitución política puede realizarse en grupos hasta de tres personas. Son las siete preguntas que aparecen a continuación. Para el examen final ustedes deben ingresar al correo alfredoramososorio@gmail.com  y escribir la contraseña gatogato y encontrarán el texto en PDF. Ustedes deben leer de la página 11 a la 14, de la página 26 a la 33, y de la página 41 a la 46.

1.      La servidumbre seduce a los colombianos. Les encanta que otros los sirvan, que laven sus platos, limen sus uñas, cuiden sus niños y empaquen y desempaquen su mercado. No todos pueden costearlo, claro, pero podría decirse que para muchos es sinónimo de estatus tener una empleada doméstica, vivir en un edificio con portero, ir a un centro comercial donde parqueen y laven el carro. Contar con servidumbre -o sirvientes, como se los clasifica de puertas para dentro- ha mantenido una innumerable cantidad de 'cargos' que muchos países considerarían anacrónicos. ¿Por qué esta práctica cultural nos impide convertirnos en un país moderno? Explique.
2.      El profesor Yu Takeuchi, un japonés que vivió en Colombia por más de 50 años. Cuando le preguntaron cuál era la principal diferencia entre los japoneses y los colombianos, su respuesta fue esta: “Pues mire —dijo—, un colombiano es más inteligente que un japonés, pero dos japoneses son más inteligentes que dos colombianos”. La explicación de Takeuchi supone que un país es algo más, mucho más, que los individuos que lo componen. Un país es también, y sobre todo, un alma social, o como dicen ahora, una identidad colectiva. En Colombia hay muchos individuos pero muy poca sociedad. De acuerdo al texto anterior: ¿Qué efectos negativos genera en la política, la economía y la sociedad este tipo de característica cultural? Explique.
3.      En Colombia uno tiene la impresión de que existe una combinación de dos sistemas: un gobierno del pueblo, pero para los ricos. Algo así como una demo-plutocracia: el Gobierno recibe el apoyo abrumador de los más pobres, pero trabaja para defender los intereses de los más ricos. Explique el por qué se hace esta afirmación.
4.      Llevamos doscientos años apegados a los ritos y a las pompas de la vida republicana, pero los fantasmas del mundo colonial todavía nos persiguen: el latifundio, la concepción autoritaria del poder, la desigualdad social, la omnipresencia de la religión y el desprecio por los bienes públicos, todo esto hace parte de una etapa colonial que no hemos podido superar. Explique por qué cada uno de los fenómenos enumerados en el texto no nos permite construir una sociedad moderna y justa.
5.      Décadas marcadas por altos índices de violencia poco a poco nos han inoculado una cultura donde la vida humana resulta un bien “desechable“. Matar a otro -y ya no sólo porque nos perjudique, nos incomode o piense distinto de nosotros- sino, cosa aterradora, porque ha adquirido en nuestro medio un nuevo “estatus” como oportunidad de negocios, servicio mercadeable o peldaño para obtener reconocimientos, recompensas y ascensos, se ha venido convirtiendo -por cotidiano, por repetitivo- en algo banal, en un hecho más que poco interesa al ciudadano del común. Explique este pequeño texto, las causas de la violencia colombiana y las repercusiones en la vida social.
6.      Lea el texto: Por un país al alcance de los niños de Gabriel García Márquez que está en el blog analisisculturales.blogspot.com o en el blog contextospedagógicosy educativos.blogspot.comExplique 3 características culturales que según el autor nos afectan como sociedad y qué propone para cambiar el rumbo cultural de Colombia.
7.      Colombia es un país con un tejido social muy maltrecho, en donde las relaciones sociales están marcadas por la desconfianza. Según la Encuesta Mundial de Valores, el 95% de los colombianos piensa que se debe ser muy cuidadoso al tratar a la gente, mientras que sólo un 4% reporta que se puede confiar en la mayoría de las personas. No dispongo de cifras, pero tengo la impresión de que aquí hay una correlación fuerte entre desconfianza y poca disposición al diálogo. Incluso en los ámbitos académicos, que son los que mejor conozco y en donde se supone que los argumentos y las palabras cuentan mucho, es muy común ver amistades destrozadas por pequeñeces e incluso convertidas en odios incurables que se habrían podido evitar con una conversación a tiempo. Una consecuencia directa de la falta de diálogo entre los querellantes es la difusión del chisme y la maledicencia, que en Colombia son una especie de deporte nacional. Aquí el rencor crece menos por los motivos que da la contraparte que por la práctica de la denigración. ¿Qué problemas nos genera este tipo de prácticas en la vida política y económica del país?


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