Trabajo final 3 – Ética y constitución
política 2016-2
El trabajo final de Ética y
constitución política puede realizarse en grupos hasta de tres personas. Son
las siete preguntas que aparecen a continuación. Para el examen final ustedes
deben ingresar al correo alfredoramososorio@gmail.com y escribir la contraseña gatogato y encontrarán el texto en PDF. Ustedes deben leer de la
página 11 a la 14, de la página 26 a la 33, y de la página 41 a la 46.
1. La servidumbre seduce
a los colombianos. Les encanta que otros los sirvan, que laven sus platos,
limen sus uñas, cuiden sus niños y empaquen y desempaquen su mercado. No todos
pueden costearlo, claro, pero podría decirse que para muchos es sinónimo de
estatus tener una empleada doméstica, vivir en un edificio con portero, ir a un
centro comercial donde parqueen y laven el carro. Contar con servidumbre -o
sirvientes, como se los clasifica de puertas para dentro- ha mantenido una
innumerable cantidad de 'cargos' que muchos países considerarían
anacrónicos. ¿Por qué esta práctica cultural nos impide convertirnos en
un país moderno? Explique.
2. El profesor Yu
Takeuchi, un japonés que vivió en Colombia por más de 50 años. Cuando le
preguntaron cuál era la principal diferencia entre los japoneses y los
colombianos, su respuesta fue esta: “Pues mire —dijo—, un colombiano es más
inteligente que un japonés, pero dos japoneses son más inteligentes que dos
colombianos”. La explicación de Takeuchi supone que un país es algo más, mucho
más, que los individuos que lo componen. Un país es también, y sobre todo, un
alma social, o como dicen ahora, una identidad colectiva. En Colombia hay
muchos individuos pero muy poca sociedad. De acuerdo al texto anterior:
¿Qué efectos negativos genera en la política, la economía y la sociedad este
tipo de característica cultural? Explique.
3. En Colombia uno tiene
la impresión de que existe una combinación de dos sistemas: un gobierno del
pueblo, pero para los ricos. Algo así como una demo-plutocracia: el Gobierno
recibe el apoyo abrumador de los más pobres, pero trabaja para defender los
intereses de los más ricos. Explique el por qué se hace esta
afirmación.
4. Llevamos doscientos
años apegados a los ritos y a las pompas de la vida republicana, pero los
fantasmas del mundo colonial todavía nos persiguen: el latifundio, la
concepción autoritaria del poder, la desigualdad social, la omnipresencia de la
religión y el desprecio por los bienes públicos, todo esto hace parte de una
etapa colonial que no hemos podido superar. Explique por qué cada uno
de los fenómenos enumerados en el texto no nos permite construir una sociedad
moderna y justa.
5. Décadas marcadas por
altos índices de violencia poco a poco nos han inoculado una cultura donde la
vida humana resulta un bien “desechable“. Matar a otro -y ya no sólo porque nos
perjudique, nos incomode o piense distinto de nosotros- sino, cosa aterradora,
porque ha adquirido en nuestro medio un nuevo “estatus” como oportunidad de
negocios, servicio mercadeable o peldaño para obtener reconocimientos,
recompensas y ascensos, se ha venido convirtiendo -por cotidiano, por
repetitivo- en algo banal, en un hecho más que poco interesa al ciudadano del
común. Explique este pequeño texto, las causas de la violencia
colombiana y las repercusiones en la vida social.
6. Lea el texto: Por un
país al alcance de los niños de Gabriel García Márquez que está en el
blog analisisculturales.blogspot.com o en el blog contextospedagógicosy
educativos.blogspot.com. Explique 3 características culturales que
según el autor nos afectan como sociedad y qué propone para cambiar el rumbo
cultural de Colombia.
7. Colombia es un país con un tejido
social muy maltrecho, en donde las relaciones sociales están marcadas por la
desconfianza. Según la Encuesta Mundial de Valores, el 95% de los colombianos
piensa que se debe ser muy cuidadoso al tratar a la gente, mientras que sólo un
4% reporta que se puede confiar en la mayoría de las personas. No dispongo de
cifras, pero tengo la impresión de que aquí hay una correlación fuerte entre
desconfianza y poca disposición al diálogo. Incluso en los ámbitos académicos,
que son los que mejor conozco y en donde se supone que los argumentos y las
palabras cuentan mucho, es muy común ver amistades destrozadas por pequeñeces e
incluso convertidas en odios incurables que se habrían podido evitar con una
conversación a tiempo. Una consecuencia directa de la falta de diálogo entre
los querellantes es la difusión del chisme y la maledicencia, que en Colombia
son una especie de deporte nacional. Aquí el rencor crece menos por los motivos
que da la contraparte que por la práctica de la denigración. ¿Qué problemas nos
genera este tipo de prácticas en la vida política y económica del país?
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